miércoles, abril 26, 2006

Premio Nacional de Periodismo

El Consejo Ciudadano del Premio Nacional de Periodismo, asociación civil que evalúa y premia los mejores trabajos del quehacer periodístico mexicano, dio a conocer los trabajos galardonados.

El jurado convocado para la edición 2005, compuesto entre otros periodistas y académicos por Raúl Trejo Delarbre, Alejandro Almazán, Leo Zuckermann, Javier Solórzano y presidido por Sergio Aguayo Quesada, decidió reconocer la inigualable trayectoria periodística de Jesús Blancornelas, ex director del semanario tijuanense Zeta.

Cabe destacar que Blancornelas ha sido uno de los críticos más persistentes del método de selección de los trabajos susceptibles de ser laureados. Así lo ha señalado innumerables ocasiones, una de ellas en su libro En estado de alerta (Plaza y Janés, 2005).

Diez categorías, nueve premiadas, una declarada desierta y un empate. Siete medios de comunicación colectiva las acaparan. Televisa albergará dos nuevos galardones en sus vitrinas, gracias a la cobertura que su área de noticieros realizó del huracán Stan y por la mesa de análisis Diálogos con México (a la que acudieron los candidatos a la presidencia de México, cuyas propuestas fueron destiladas por especialistas y expertos).

El periódico Reforma también fue premiado en un par de categorías: por fotografiar y relatar a guisa de crónica los desastres naturales que azotaron a Asia y México en 2005. Luis Vicente Castillo mostró en sus placas fotográficas la estela de desastre que dejó a su paso el huracán Stan. Por su parte, Silvia Cherem narró en las páginas de ese diario capitalino cómo “sobrevivió” al tsunami.

La crónica del cónclave en El Vaticano donde ungieron Papa al cardenal Joseph Ratzinger, confeccionada por Pablo Hiriart, publicada el 19 y 20 de abril de 2005 en La Crónica de Hoy, “rebasó –en opinión del jurado- definitivamente los criterios de excelencia”. De manera tal que será premiado junto con Silvia Cherem, en la misma categoría.

El mejor trabajo de investigación fue escrito a cuatro manos. En la revista Chilango, Darío Fritz y María Idalia Gómez desvelan en sendo reportaje la forma de vivir del delincuente Alfredo Ríos Galeana.

El país de nunca Jabaz, de José Antonio Baz, que se publica de lunes a viernes en Milenio Diario, obtuvo el premio en la categoría de caricatura y humor. A diferencia de los tradicionales moneros, Jabaz ofrece humor a través de fotografías donde exhibe los deslices, incongruencias, excesos y dislates de la clase política nacional e internacional.

El próximo 3 de mayo, en el WTC de la ciudad de México, también recibirán reconocimiento por su trabajo Radio Cultural del Ayuntamiento en la categoría de Orientación a la sociedad, y Ricardo Alemán, columnista de El Universal, por artículo de fondo.

A decir del jurado, ninguna de las entrevistas enviadas al Consejo tuvo calidad de excelencia. La categoría se declaró desierta.

1 comentario:

Unknown dijo...

PARAGUAY: OPOSICIÓN SIN CANDIDATO POTABLE VS. JOSEPH RATZINGER
-La Nacion, 01-X-07-
(Luis Agüero Wagner- http://judasiscarioteenlaarenapolitica.blogspot.com)

Uno de los claroscuros más marcados de los últimos tiempos se viene observando entre ciertos protagonistas de los recientes sucesos políticos paraguayos, donde interactúan abigarradamente laicos y laicas, teólogos y teólogas, políticos y políticas, sacerdotes y pastores de distintas tendencias políticas y de diferentes iglesias cristianas, en un clima ecuménico del más absoluto caos.
Por un lado la iglesia católica apostólica y romana, organización jerarquizada, verticalista, con la obediencia ciega como mandamiento y el dogma de fe por bandera, contrasta con la conducta anárquica de los exponentes de la alianza luguista, aunque éstos hayan sido bastante hábiles para maquillar la incoherencia de aprovechar el aura mística de la sotana y simultáneamente echar pestes y culebras contra el Vaticano y su malhadado Derecho canónico.
También nuestros patriotas de utilería han sido oportunistas al valerse de una interna entre una secta menonita y la santa madre de Roma, una más de las que se iniciaron casi inmediatamente después que al Altísimo se le ocurrió enviar a su hijo a redimirnos, originando una serie de conflictos que ahora han incursionado en el proceso electoral paraguayo y que difícilmente podrá solucionarlos enviando algún nuevo emisario, por lo que si a alguien necesitaremos será sin lugar a dudas a Él en persona. Más aún si consideramos que vivimos en un país donde las lenguas de fuego del espíritu santo en lugar de iluminar a nuestros líderes naturales, terminaron originando los incendios de nuestros bosques.
Podríamos decir que la duda existencial que hoy nos aqueja empezó cuando Fernando Lugo de motu propio recibió sus votos perpetuos en 1975 y juró obediencia a los herederos de los apóstoles, cuyo único líder es el papa de Roma, declarado dictador perpetuo indiscutible e infalible por la propia ley vaticana. Esa es la esencia, el meollo del asunto. Fernando Lugo puede estar molesto con el Papa porque lo jubiló tempranamente convirtiéndolo en emérito, pero en su institución la disidencia no está permitida. En otros tiempos se pagaba con la muerte en la hoguera y para colmo, en el presente gobiernan nostálgicos de aquellos métodos.
Hoy más que ayer, se acabó el café con leche y se han cerrado las válvulas renovadoras que abrieron los pusilánimes legionarios del Concilio Vaticano II.
Al frente del cotarro vaticano está quien antes de convertirse, hace dos años, en Benedicto XVI era, como cardenal Joseph Ratzinger, el temible cancerbero de la ortodoxia como prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el viejo Santo Oficio de la Inquisición que carbonizó a Giordano Bruno. Este fantasmal prusiano con más aire marcial que Stroessner, ex militante de las juventudes hitlerianas que encarna un «catolicismo fosilizado» se muestra resuelto a liquidar la apertura que emprendieron sus antecesores limpiando las liberalidades y desviacionismos como la Teología de la Liberación. Al margen de esto, pienso que si Fernando Lugo no estaba de acuerdo con una Iglesia que, según dicen piensa él, es de los ricos y para los poderosos, no necesitaba irse al otro extremo e ingresar a un culto satánico como el que practica la gente que hoy lo ha cercado. Podría simplemente clavar la orden de cierre en la puerta de su capilla y partir para una nueva Iglesia de los pobres y de los excluidos sociales.
Ya tiene audiencia, seguidores, la atención de la prensa, el apoyo de políticos, del complejo IAF NED USAID, algunos famosos y posiblemente consiga hasta créditos del BID. La telepredicación, el sermón por internet y la iglesia electrónica en los tiempos actuales obran milagros. Otros grupos cristianos del rebaño de los llamados evangélicos lo han demostrado en decenas de credos rivales entre sí, todos a su vez desgajados en el curso de la historia de la Iglesia católica tradicional y oficial, y hoy tan enfrentados con ella que nos terminaron metiendo en la actual parafernalia proselitista. Pero no, prefiere renegar de su condición de obispo (después de todo, ya lo habían jubilado, que eso significa emérito, aunque suene un poco mejor) pero no perder las ventajas que a su imagen le trae el haber vestido sotana ante la gente de un pueblo ignorante y supersticioso. Por supuesto que no acepta convertirse en apóstata, único medio coherente de liberarse de la dictadura vaticana. ¿Qué tendrá esa Iglesia que le es tan difícil aceptar la salida de los disidentes y porqué le cuesta tanto a sus disidentes abandonarla, inclusive a los que pretenden ingresar al territorio demoníaco de la política nativa arrojando la sotana?
Exponentes de la teología de la Liberación como el cura peruano Gustavo Gutiérrez, fueron forzados por la jerarquía a una retractación y a publicar la misma en el diario limeño «La República». El nicaragüense Ernesto Cardenal, hincado de rodillas en el aeropuerto de Managua, tuvo que escuchar la reprimenda que en 1983 le dio el papa Juan Pablo II. El brasileño Leonardo Boff debió guardar un sepulcral silencio en forma de sumisión cuando el cardenal Ratzinger le enseñó amenazante en Roma la mazmorra donde tuvieron a Galileo por afirmar que la tierra se mueve, antes de colgar los hábitos en 1991. El castigado teólogo vasco-salvadoreño Jon Sobrino a pesar de residir en el país donde Arnulfo Romero fue asesinado en un altar mientras celebraba misa, sigue firme en las filas de Benedicto XVI.
Todos estos antecedentes nos llevan a presumir que difícilmente nuestro único líder Lugo sea una excepción, por más desesperante carencia de candidato potable que aqueje a quienes se disputan con sospechoso entusiasmo el más preciado florero.
En todas partes se cuecen habas: cuestionario para luguistas

Una prensa maccartista que los paraguayos heredamos de Stroessner pretendió hacernos creer que el obispo “de los pobres” Fernando Lugo era un candidato de la izquierda, como si la Iglesia Católica fuera referente de institución progresista. A ellos les planteamos estas interrogantes:

¿Es izquierdista Ricardo Canese (dirigente luguista) cuando defiende la política de biocombustibles de George W. Bush?
¿Alguno de los dirigentes luguistas protestó alguna vez por las injerencias de James Cason?
¿Recibe dólares de USAID la ONG “Gestión local” de Guillermina Kanonikoff y Raúl Monte Domecq?
¿Estuvo Camilo Soares en noviembre del año 2000 en un congreso financiado por la NED ?
¿Fue o no publicitado Lugo por el diario ABC color, propiedad de Aldo Zucolillo, favorecido del agente de la CIA Leonard Sussman cuando era perentorio fabricar bien remunerados disidentes a la dictadura?
¿Firmó Julio Benegas, empleado de Zucolillo, un contrato con Bryan Finnegan ( de la AFL-CIO ) el 21 de Setiembre de 2005?
¿Recibió la casa de la Juventud –cuna del PMAS- 127.000 dólares de IAF en el año 2004?
¿Puede ser de izquierda gente financiada por la NED , institución creada como alternativa a la CIA por el imperio?