jueves, septiembre 28, 2006

Cuatro artículos

El Centro Interamericano de Gerencia Política, morada de los consultores políticos más renombrados de América, subió a su página cuatro artículos. Tres coyunturales: un par analiza el recién concluido proceso electoral mexicano; uno más describe las dificultades que el presidente colombiano, Álvaro Uribe, ha enfrentado en los primeros meses de su reelección. Y uno didáctico: los errores que no deben cometerse en una campaña electoral.

1. México: izquierda o derecha. Marcos Bucio, experimentado político mexicano, se cuestiona sobre la pertinencia de esbozar un perfil del votante mexicano a partir de una disyuntiva ideológica. De acuerdo con la teoría electoral norteamericana, la ideología como razón del voto ciudadano es un mito. Bucio esgrime argumentos en sentido contrario.
2. Las lecciones de México. Carlos Fara, reconocido consultor político, concluye que los comicios presidenciales en México son aleccionadores en los siguientes términos: a) una buena calificación al gobernante, no entraña satisfacción total del gobernado; b) liderar las encuestas por mucho tiempo no garantiza el triunfo en las urnas; c) el vínculo con la imagen de Hugo Chávez, inventado por el PAN, sí perjudicó a López Obrador; d) a pesar de su desgaste, los partidos políticos tradicionales no desaparecen; e) más que la de 2000, la de este año representa la verdadera elección de cambio en México.
3. Uribe II: un arranque difícil. Edulfo Peña, periodista de la redacción política del rotativo colombiano El Tiempo, identifica las vicisitudes que enfrentará el presidente colombiano, Álvaro Uribe, en su segundo periodo de gobierno. “La reelección hizo de Uribe un hombre con más poder, pero al mismo tiempo más atado a intereses de los políticos que lo ayudaron a ser elegido”.
4. Los 10 errores más frecuentes en el Marketing Político. Carlos Escalante, especialista en gerencia de campañas políticas, enlista la decena de yerros en los que no debe incurrir un candidato y su equipo de campaña, entre los que destacan: confundir el marketing político con el comercial, no usar recursos tecnológicos y basar una campaña electoral exclusivamente en la publicidad.

Una aclaración.

Carlos Fara concluye que México, con la elección presidencial de este año, arriba con éxito a la competencia electoral mediatizada. Incluso, le da la bienvenida. Se equivoca. La comunicación política en México es competitiva y está centrada en los medios desde hace, por lo menos, una década: la contienda electoral federal de 1997 abrió la puerta para, en ese año sí, darle la bienvenida a “la competencia electoral mediatizada”.

Los actores políticos mexicanos destinan cuantiosos recursos al diseño, instrumentación y difusión de estrategias de comunicación, a fin de obtener, ejercer y/o mantener el poder político. En 1997 se inaugura esta forma de hacer política. Se consolida con la campaña electoral de Vicente Fox, en 2000. Este año sólo se refrendó.

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