sábado, febrero 24, 2007

La intolerancia de la izquierda latinoamericana hacia la prensa


El Comité para la Protección de Periodistas ha liberado su último reporte sobre los ataques que sufrieron los profesionales de la comunicación en América Latina, a lo largo del convulso 2006.

El diagnóstico: algunos de los nuevos líderes de la izquierda latinoamericana no sólo no han embarnecido los dispositivos legales para garantizar la libertad de prensa en la región, la han estrechado a extremos impensables hace tan sólo unos años.

El análisis producto de la pluma de Carlos Lauría, coordinador del Programa de las Américas del Comité para la Protección de Periodistas, es contundente: la nueva camada de líderes de izquierda en Latinoamérica, mezcla de izquierdistas, populistas, socialdemócratas y liberales progresistas, comparten un gen común: la intolerancia a la prensa crítica.

La mayoría de los latinoamericanos –agrega Lauría- se desencantaron con los políticos tradicionales después de una década, la de los noventa, de aplicación de políticas de libre mercado, promovida por EUA y el FMI, que prometía mejoras en los estándares de vida.

El resultado: En Venezuela, Brasil, Argentina, Uruguay, Bolivia, Nicaragua y Ecuador, los ciudadanos eligieron presidentes reformistas, que están redefiniendo la política doméstica e internacional del subcontinente.

Algunos periodistas esperaban que la nueva generación de líderes políticos de izquierda, emergidos en el último sexenio, ensancharían la libertad de prensa. No ha sido así.

En Venezuela, por citar un ejemplo, los periodistas independientes han sido etiquetados como “enemigos del pueblo”. En Argentina, por citar otro, se les ha negado el acceso a boletines y eventos oficiales.

Empero, esto no ha sido óbice para que los medios de comunicación desentierren hechos que los gobiernos preferirían mantener ocultos.

Un dato a destacar: los líderes de izquierda en América Latina no han movido un dedo por destrabar la creciente concentración de medios de comunicación de unas cuantas manos (incluso la han respaldado: en México, la llamada Ley Televisa fue votada por unanimidad en la Cámara de Diputados, incluyendo obviamente al PRD).

Ejemplos sobran: Grupo Cisneros en Venezuela, Globo en Brasil, Grupo Clarín en Argentina y Televisa en México.

Venezuela y Bolivia representan los casos más crudos de la relación prensa – gobierno. Ante la falta de oposición política real en ambos países, los medios de comunicación privados han llenado ese hueco. Y sufrido las consecuencias.

Sin embargo, también, se debe subrayar que los medios en sendas naciones han soslayado que quien actúa políticamente le responden políticamente.

En este orden de ideas, los medios de comunicación están apuntalando intereses particulares por encima de principios éticos y estándares profesionales básicos, mientras los gobiernos constriñen la libertad de expresión a través de algún tipo de presión, abierta o soterradamente.

A diferencia de la satanización que de los medios hace Hugo Chávez al tildarlos de “fascistas” o “conspiradores”, los presidentes de Argentina y Uruguay, Néstor Kirchner y Tabaré Vázquez, respectivamente, reconocen a los medios de comunicación como “la oposición política no electa”.

En contraste, los periodistas argentinos y uruguayos acusan a sus respectivos gobiernos de confundir deliberadamente las líneas que dividen a la oposición de la prensa crítica.

Aún más, para mantener el respaldo popular, Chávez, Kirchner y Morales han fortalecido los medios estatales que están al servicio de sus gobiernos, al tiempo que controlan los medios privados que apoyan sus políticas por medio de la contratación de espacios para publicidad oficial.

Lo anterior “es un intento para estrangular la crítica. Esto representa un paso atrás en términos de calidad democrática en la región”.

Brasil no ha estado exime de este tipo de relaciones tensas entre el presidente y la prensa. Ante los escándalos de corrupción en todos los niveles de su gobierno, el presidente Lula se negó a dar entrevistas. El argumento: las notas periodísticas eran desmedidas y sin fundamento.

Durante la campaña de reelección en octubre del año pasado, el partido al que pertenece el presidente Lula, el de los Trabajadores, reafirmó su compromiso con la libertad de prensa.

Pero el día de la victoria, durante la celebración en la avenida principal de Sao Paulo se podían leer ciertas consignas: “El pueblo venció a los medios”. En la capital brasileña, al mismo tiempo, los periodistas que cubrían los festejos recibían empellones e insultos.

En Ecuador y Nicaragua el futuro aún no es claro, toda vez que Rafael Correa y Daniel Ortega fueron apenas electos en noviembre. Sin embargo, ya desde la campaña electoral los conflictos con la prensa han emergido.

En suma, la intolerancia de los líderes de izquierda a la prensa crítica abreva de una cultura autoritaria que vive latente en la mayoría de las democracias latinoamericanas. Lo que explica que un presidente de derecha como lo es el colombiano Álvaro Uribe, padezca iguales tensiones.

En efecto, la derecha no sale ilesa del análisis del CPJ (por sus siglas en inglés). El presidente de Colombia, quien fue reelecto en marzo, ha atacado frecuentemente a los medios independientes, calificándolos como “traidores”.

De acuerdo con un reporte de inteligencia del gobierno de Uribe, los medios de comunicación críticos a su administración son etiquetados como “deshonestos” y “dañinos” para los intereses nacionales.

¿Y México?

La situación que priva en la relación entre la prensa y el sector más visible de la izquierda mexicana no dista mucho del diagnóstico elaborado por el Comité para la Protección de Periodistas. Así se evidenció durante el proceso electoral y postelectoral que México vivió en 2006.

Hoy día, el PRD y su ex candidato presidencial todavía enarbolan la bandera del “cerco mediático” a fin de justificar su incapacidad para entender la relación entre la prensa y los hombres con poder político.

En el diccionario confeccionado por los perredistas, el término “cerco mediático” alude a todas aquellas voces que no acompañan su coro. Todo periodista que no comparte su visión de la realidad si no es “aliado de la derecha” es “enemigo del desarrollo de México”, “escudero del estatus quo”.

En un reciente artículo en la revista Proceso, la politóloga Denise Dresser caracterizó los rasgos que identifican los perfiles de la izquierda en México. Para redactarlo, retomó un extraordinario análisis elaborado por el también politólogo Javier Corrales, publicado en Foreing Policy, intitulado “La muchas izquierdas de América Latina”.

El texto viene a colación pues en él desfilan los Fraudócratas, aquellos que piensan que el eje de la vida política en México es el fraude; los Provocadores Permanentes, quienes saben gritar pero no cómo convencer; los Puristas, que suponen que el éxito del PRD dependen de su autoridad moral y no de su estrategia política.

Los Mercaderes, los Apóstoles de AMLO, los Populistas Premodernos y los Socialdemócratas Marginados. Los primeros ven en el PRD un negocio y viven de él. Los segundos, aquellos que obnubilados por el líder carismático no se dan cuenta que lo que López Obrador les dio en 2006 se los resta para 2009.

Los terceros, herederos del viejo PRI, sus mañas y sus prácticas, que abrazan a la izquierda con el manto del clientelismo, las dádivas y los favores. Y los últimos, pero no menos importantes, los marginales. “Aquellos que miran la experiencia de izquierdas exitosas en el mundo, con la esperanza de reproducirlas en México”, que hoy son minoría, pero que deberían convertirse en mayoría.

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Lecturas recomendadas:

Carlos Lauría, “Leftists lean on the Latin American media”.
Committee to Protect Journalists, “Ataques a la prensa en 2006” (pdf).
Javier Corrales, “Hugo Boss”, en Foreing Policy edición en español, febrero-marzo 2006.

3 comentarios:

Lucha* dijo...

me llamo luciana soy de buenos aires y quiero decirles que en mi pais asi como en la mayoria d los paises de latinoamerica ha sido la prensa misma la que apoyo a las dictaduras sangrientas que mutilaron a generaciones enteras, asi como tambien apoyaron a los modelos eonomicos liberales que mataron de hambre a mi pueblo.
el pueblo cuando vota a presidentes justos y constitucionales (nocomo en el caso de mexico que tiene un presidente votado por la oligarquia y on fraude) vence a la prensa de derecha que cuenta lo que quiere y estafa al pueblo continuamente.
la misma prensa que defenestro a la figura de evita en argentina, a salvador allende en chile es la misma que hoy quiere derribar a chavez, a evo y a fidel con el unico objetivo de seguir manteniendo al pueblo en la ignorancia para seguirse beneficiando economicamente.
soy estudiante de periodismo y desprecio profundamente a la prensa facista que miente, estafa y se vende al mejor postor.
VIVA CHAVEZ, VIVA EVO, VIVA FIDEL, VIVA MARCOS.... VIVA EL CHE!!!

VIVA LA LUCHA DE LOS PUEBLOS POR SU LIBERACION!!!

los saludo atentamente
luciana

Armando Rocha dijo...

Luciana, gracias por visitar este blog y sobre todo por darte un tiempo para escribir y dejar un mensaje. Considero que es necesario matizar el papel que ha jugado la prensa en América Latina. Ni toda la prensa ha sido comparsa de la derecha, ni toda la prensa es detractora de la izquierda. Sin duda, existen casos muy claros en los que cierto sector de la prensa ha apoyado a regímenes totalitarios, pero también ha habido ejemplos muy claros que han sido combativos con las dictaduras. En el caso mexicano, hay periódicos, radiodifusoras y televisoras que abiertamente apoyan lo mismo al partido de la derecha que al de la izquierda, y muchos (casi todos) que cuando el PRI estaba en el poder eran claramente oficialistas. Reitero, sería prudente no estigmatizar y sí matizar.

Unknown dijo...

Paraguay:
IZQUIERDA ESTAFA EN LAS EMBAJADAS
(x Luis Agüero Wagner-luisaguerowagner@gmail.com)

“Las sombras, perseguidas por el claror que iba subiendo, ganaban los muros paulatinamente como alacranes”…(Miguel Angel Asturias, en “El Señor Presidente”)

Poco a poco se ha ido evidenciando que en realidad el “izquierdismo” del obispo Fernando Lugo responde más bien a un montaje oportunista y marketinero con el cual los luguistas han estafado con una fachada socialista a la embajada de Venezuela, incluyéndose en la lista de los beneficiarios de los petrodólares distribuídos por Chávez, y engañando al pueblo con una candidatura postiza de izquierda que sirve de ariete al neoliberalismo.
Ariete que acompañan quienes se cuentan, sin ninguna duda, entre los receptores de dólares imperialistas para sus ONGs de cartón, tan fantasmas como las empresas y financieras que se dedican a lavar dinero del narcotráfico, este último negocio por cuyo monopolio compiten en Paraguay autoridades civiles, militares y diplomáticos norteamericanos.
Hace unos días la Casa de la Juventud emitió un comunicado publicado por La Nación de Asunción, donde con un estilo cantinflesco que evocaba al luguismo hacía una serie de consideraciones absolutamente inconexas con los cuestionamientos que viene recibiendo dicho ente. Considerando tal vez que pueden intimidar ocupando gran espacio en un periódico de masiva circulación y que se ha ganado credibilidad en importantes esferas de la sociedad paraguaya, han pretendido eludir algunas preguntas puntuales y específicas.
A quienes buscan hacernos pasar gato por liebre, fabricando una izquierda de plástico oportunista y marketinera, pedimos simplemente que respondan:
¿Puede ser de izquierda gente financiada por la NED, institución creada como alternativa a la CIA por el imperio?
¿Tiene derecho un beneficiario de esa institución a mendigar solidaridad en las embajadas de Cuba y Venezuela?
¿No deberían abstenerse de pontificar sobre Venezuela quienes reciben una lluvia de dólares imperialistas desde Washington, y son parte interesada en los conflictos desatados entre EEUU y Caracas por intereses petroleros?
¿Recibió la casa de la Juventud –cuna del PMAS- 127.000 dólares de IAF en el año 2004?
¿Ayudaron realmente a los 4200 jóvenes de bajos ingresos para quienes estaba destinado supuestamente el dinero?
¿Fue o no publicitado Lugo por el diario ABC color, propiedad de Aldo Zucolillo, favorecido del agente de la CIA Leonard Sussman cuando era perentorio fabricar bien remunerados disidentes a la dictadura?
¿Firmó Julio Benegas, empleado de Zucolillo, un contrato con Bryan Finnegan ( de la AFL-CIO) el 21 de Setiembre de 2005?
¿Puede alguno de ellos explicarnos porqué Enrique Galeano apareció precisamente en la oficina del ex informante Víctor Báez Mosqueira, protegido por la patronal de ese sector de la prensa?
¿Porqué ABC color ha defendido siempre a este sindicalista, así como a otros de sus agentes en partidos que ya carecen de legalidad, concediéndole desproporcionados espacios en sus páginas?
¿Se ha preguntado alguno de estos valerosos querubines a sueldo de la embajada que rige la SENAD y la DINAR, porqué hace quince años estamos sin radar?
¿Escuchó alguien hablar alguna vez del escándalo Irán Contras y sabe lo que es una “entrega vigilada”?
¿Qué embajada incautó casi una tonelada de cocaína del caso Parque Cué?
¿Alguno de los políticos obsecuentes al periodismo venal se atrevió a contradecir a sus amos de la prensa cuando hicieron un escándalo por la no renovación de la licencia a RCTV en Venezuela?
¿No fueron los más virulentos precisamente quienes recibieron su tajada del espectro radioeléctrico por servicios prestados al General Stroessner, como RCTV lo recibió de Marcos Pérez Jiménez?
¿Es izquierdista Ricardo Canese cuando defiende la política de biocombustibles de George W. Bush?
¿Alguno protestó alguna vez por las injerencias de James Cason?
¿Recibe dólares de USAID la ONG “Gestión local” de Guillermina Kanonikoff y Raúl Monte Domecq?
¿Ha publicado realmente el material didáctico para comisiones vecinales para el cual supuestamente recibieron los billetes?
¿Estuvo Camilo Soares en noviembre del año 2000 en un congreso financiado por la NED?
Evidentemente, podemos esperar sentados la respuesta a todos estos grandes “enigmas”. LUIS AGÜERO WAGNER




Preguntas al luguismo
X Luis Agüero Wagner
¿Es izquierdista Ricardo Canese cuando defiende la política de biocombustibles de George W. Bush?
¿Alguno protestó alguna vez por las injerencias de James Cason?
¿Recibe dólares de USAID la ONG “Gestión local” de Guillermina Kanonikoff y Raúl Monte Domecq?
¿Ha publicado realmente el material didáctico para comisiones vecinales para el cual supuestamente recibieron los billetes?
¿Estuvo Camilo Soares en noviembre del año 2000 en un congreso financiado por la NED?
¿Fue o no publicitado Lugo por el diario ABC color, propiedad de Aldo Zucolillo, favorecido del agente de la CIA Leonard Sussman cuando era perentorio fabricar bien remunerados disidentes a la dictadura?
¿Firmó Julio Benegas, empleado de Zucolillo, un contrato con Bryan Finnegan ( de la AFL-CIO) el 21 de Setiembre de 2005?
¿Recibió la casa de la Juventud –cuna del PMAS- 127.000 dólares de IAF en el año 2004?
¿Puede ser de izquierda gente financiada por la NED, institución creada como alternativa a la CIA por el imperio?